De tratarse de un partido de fútbol, seguramente Argentina tendría las de ganar aunque vistas las últimas actuaciones ante equipos de tan alto abolengo futbolístico como Bolivia o Venezuela del pasado año, la cosa podría estar mas reñida de lo que parece...
Sin embargo, no van por ahí los tiros...
Hace ya algún tiempo que vivo en Argentina y después de haberme enfrentado con algunos de los grandes poderes del país encuentro bastante irónico que un país como Argentina, que no tiene representación diplomática en Irán, tenga tanto en común con el país persa...
Puede que a estas alturas del post estén pensando que semejante afirmación es un descalabro y que no sé de lo que hablo pero créanme, tengo bastante razón. No en vano estuve un año trabajando en Teherán en la sección comercial de la Embajada de España, así que algo de idea tengo.
En primer lugar y es algo que reconocí al instante es la Burocracia. Ambos países gozan de ese gustillo por hacer las cosas complicadas, por darle una vuelta de tuerca mas a algo que ya es complicado de por si, y por complicar cualquier cosa que pueda ser sencillo.
En este país, parece que es necesario cinco personas para ponerte un café, seis o siete para atenderte en una zapatería o varios departamentos para dar con la persona capaz de decirte por que tu 3G no funciona (pero esta es otra historia).
El Paro. Recuerdo de mis días en Irán, la cantidad tan enorme de gente sentada en los parques sin hacer nada debido al gran problema del desempleo que había en el país. Aquí los parques a todas horas están a rebosar (para los amigos sudamericanos, rebosar es con S, algo que está tan lleno que se sale de su recipiente, reboZar es otra cosa... ), llenos de gente que ocupa sus días bebiendo litronas de Quilmes y lanzando miradas lascivas y comentarios mas lascivos a las chicas que pasan cerca...
Las baldosas. Recuerdo también aquellos días de lluvia en los que caminaba desde mi casa hasta la Oficina Comercial y llegaba a mi despacho con los pantalones para tirar por la cantidad de trampas de agua embarrada que había que sortear cada día... Aquí cada día que llueve me declaro unilateralmente vehículo y prefiero circular a pié por la calzada que por la acera. Como decía la canción de The New Raemon... "quiero evitar la baldosa que baila..."
El orgullo. Una cosa muy peculiar es el carácter de unos y otros. Tanto argentinos como iraníes tienen una mas que desarrollada pasión por su patria, un nacionalismo exacerbado y una absoluta falta de modestia. Para ambos su país siempre será el mejor, estará por delante del resto y cualquier mención a lo malo, pobre, triste, desorganizado, y caótico será interpretado como un ataque directo contra él mismo, su madre y su futura progenie por lo que te increpará y te exhortará para que abandones su país a la mayor brevedad.
Los ídolos. Tanto unos como otros tienen una necesidad imperante de adorar a sus ídolos. Irán estaba lleno de pinturas con las caras de Khomeini, Khamenei, los mártires de la patria y banderas de Irán... por su parte Argentina está llena de pinturas de Evita, de Perón, de Maradona y en sus versiones mas innovadoras Cristina y Néstor, CFK-YPF y cualquier exaltación nacionalista pro Malvinas argentinas.
Mordor. En mis días en Teherán, bajar al centro de la ciudad era hacer una excursión a Mordor. Es curioso que esa zona de la tierra media evoque exactamente el mismo temor, respeto, asco y aversión en dos ciudades tan lejanas la una de la otra pero con tantas similitudes... En Buenos Aires por supuesto Mordor es la plaza de Miserere y sus alrededores... Malos tiempos para la Tierra Media, los KKK campan por doquier...
Además hay muchas otras similitudes, ambos países son productores de petroleo pero incapaces de asegurar su suministro energético, ambos son importadores de energía a pesar de que son exportadores de crudo, ambos, a pesar de poseer unas reservas de crudo y gas inmensas, sufren cortes eléctricos. Ambos son países de inmensas extensiones despobladas totalmente infrautilizadas, ambos tienen innumerables subsidios que adormecen a las clases pobres y enfurecen a la clase media. Ambos países cuentan con capitales de pasado esplendoroso y presente caótico, sucio y desordenado. Ambos países cuentan con un parque móvil destartalado y contaminante, con calzadas destruidas, llenas de baches y remiendos. En ambos países se conduce terriblemente mal (en este aspecto Teherán es mucho peor que Buenos Aires) y en ambos países los servicios públicos de transporte son extremadamente ineficientes.
Argentina Vs Irán... quien ganará?
P.D.
Escribiendo estas líneas he recordado muchas de las sensaciones y sentimientos encontrados de mis días en Irán... como decía el gran Joaquín Reyes... Irán y no volverán... y así fue!! Con todo, guardo grandes momentos de aquel agujero como estoy seguro de que los guardaré de este...
En este país, parece que es necesario cinco personas para ponerte un café, seis o siete para atenderte en una zapatería o varios departamentos para dar con la persona capaz de decirte por que tu 3G no funciona (pero esta es otra historia).
El Paro. Recuerdo de mis días en Irán, la cantidad tan enorme de gente sentada en los parques sin hacer nada debido al gran problema del desempleo que había en el país. Aquí los parques a todas horas están a rebosar (para los amigos sudamericanos, rebosar es con S, algo que está tan lleno que se sale de su recipiente, reboZar es otra cosa... ), llenos de gente que ocupa sus días bebiendo litronas de Quilmes y lanzando miradas lascivas y comentarios mas lascivos a las chicas que pasan cerca...
Las baldosas. Recuerdo también aquellos días de lluvia en los que caminaba desde mi casa hasta la Oficina Comercial y llegaba a mi despacho con los pantalones para tirar por la cantidad de trampas de agua embarrada que había que sortear cada día... Aquí cada día que llueve me declaro unilateralmente vehículo y prefiero circular a pié por la calzada que por la acera. Como decía la canción de The New Raemon... "quiero evitar la baldosa que baila..."
El orgullo. Una cosa muy peculiar es el carácter de unos y otros. Tanto argentinos como iraníes tienen una mas que desarrollada pasión por su patria, un nacionalismo exacerbado y una absoluta falta de modestia. Para ambos su país siempre será el mejor, estará por delante del resto y cualquier mención a lo malo, pobre, triste, desorganizado, y caótico será interpretado como un ataque directo contra él mismo, su madre y su futura progenie por lo que te increpará y te exhortará para que abandones su país a la mayor brevedad.
Los ídolos. Tanto unos como otros tienen una necesidad imperante de adorar a sus ídolos. Irán estaba lleno de pinturas con las caras de Khomeini, Khamenei, los mártires de la patria y banderas de Irán... por su parte Argentina está llena de pinturas de Evita, de Perón, de Maradona y en sus versiones mas innovadoras Cristina y Néstor, CFK-YPF y cualquier exaltación nacionalista pro Malvinas argentinas.
Mordor. En mis días en Teherán, bajar al centro de la ciudad era hacer una excursión a Mordor. Es curioso que esa zona de la tierra media evoque exactamente el mismo temor, respeto, asco y aversión en dos ciudades tan lejanas la una de la otra pero con tantas similitudes... En Buenos Aires por supuesto Mordor es la plaza de Miserere y sus alrededores... Malos tiempos para la Tierra Media, los KKK campan por doquier...
Además hay muchas otras similitudes, ambos países son productores de petroleo pero incapaces de asegurar su suministro energético, ambos son importadores de energía a pesar de que son exportadores de crudo, ambos, a pesar de poseer unas reservas de crudo y gas inmensas, sufren cortes eléctricos. Ambos son países de inmensas extensiones despobladas totalmente infrautilizadas, ambos tienen innumerables subsidios que adormecen a las clases pobres y enfurecen a la clase media. Ambos países cuentan con capitales de pasado esplendoroso y presente caótico, sucio y desordenado. Ambos países cuentan con un parque móvil destartalado y contaminante, con calzadas destruidas, llenas de baches y remiendos. En ambos países se conduce terriblemente mal (en este aspecto Teherán es mucho peor que Buenos Aires) y en ambos países los servicios públicos de transporte son extremadamente ineficientes.
Argentina Vs Irán... quien ganará?
P.D.
Escribiendo estas líneas he recordado muchas de las sensaciones y sentimientos encontrados de mis días en Irán... como decía el gran Joaquín Reyes... Irán y no volverán... y así fue!! Con todo, guardo grandes momentos de aquel agujero como estoy seguro de que los guardaré de este...