miércoles, 16 de mayo de 2012

Krugman Loves Kirchner

Hace tiempo que vengo siguiendo a Paul Krugman. Su receta para salir de la crisis consistente en una invasión alienígena me cautivó. Sin embargo últimamente me parece que la mayoría de sus comentarios van destinados mas a crear polémica y salir en los medios que a dar realmente recetas sobre como salir de la crisis. Por cierto, cada vez que escribo sobre él hay una entrada mas suya en google y él tendrá mas fácil vender alguno de sus muchos libros.

El caso es que este escritor, profesor y economista tiene una auténtica devoción por Argentina. Ignoro si alguna vez pisó esta, desde fuera, romántica y atractiva nación, pero estoy convencido de que si hubiese pasado el mismo año que he pasado yo aquí, sus comentarios distarían bastante de lo que defiende.

En su discurso, asegura que Grecia saldrá del Euro el próximo mes de Junio y que habrá un corralito en España. Y lo que ya ha encendido mis abundantes carnes ha sido su comentario acerca de que Europa debería aprender de Argentina.

A lo largo de mi vida he estudiado un poco. Mucho menos que este señor que para eso es premio nobel, pero en todos esos años estudiando economía he aprendido unas cuantas cosas. En primer lugar, que la economía es cíclica y que todo lo que sube luego baja. De ahí parece obvio que cuando se está muy muy muy bajo, sólo se puede ir hacia arriba. En segundo lugar se aprende que cuando una economía profundamente deprimida comienza a crecer lo hace con tasas bastante altas que se van atenuando hasta alcanzar una tasa de crecimiento relativamente estable. De ahí se pasa de nuevo al modelo anterior. Todo lo que sube, baja.

Pues bien, no hay que ser un lince para darse cuenta de que Argentina ha experimentado este proceso en los últimos años. Argentina no pudo caer mas bajo en 2001 y desde entonces su PIB se ha visto catapultado gracias fundamentalmente al precio creciente de las materias primas y al gasto del gobierno. Sin embargo, como economista que soy (tengo algo en común con Krugman) y aprovechando que vivo en Argentina, me doy cuenta de algunas cosas que al parecer el señor Krugman no ha percibido.

Tomar a Argentina como modelo porque ha crecido mucho en los últimos años es como si en un colegio, un padre se acercara a su hijo, le pusiera una mano en el hombro y le dijera - ¿ves aquel chaval con cara de pillo al que le van bien las cosas porque copia en clase, roba a sus amigos y encima todos los tontos de clase le quieren porque sabe quedar bien con todo el mundo?, pues te tienes que parecer a él.

Este señor nos está diciendo que debemos dejar de pagar al exterior, que debemos olvidarnos de satisfacer nuestras deudas y engañar a todo el mundo. Debemos sustentar nuestro crecimiento en la exportación de artículos de escaso valor añadido y confiar en que los precios no dejen de subir tal y como pasará en el país aunque deberemos encubrir que nuestra inflación en lugar del 10% que decimos que es, está rozando el 30% que nuestro PIB en lugar de crecer en torno al 7% se queda en un discreto 3% y que además para asegurar que no perdemos comba frente al dólar, prohibimos el libre cambio de divisas en el país, regularizamos las entradas de mercancías obligando a la salida otras y encima cobramos doble por las dos partes. Nacionalizamos la industria y nos hacemos los suecos, y ponemos velas a algún santo para que el próximo invierno no sea tan frío y no tengamos que gastarnos el dinero que no tenemos en importar mas combustible porque el nuestro no nos llega.

Señor Krugman, si de verdad hay que fijarse en Argentina para salir de la crisis, prefiero quedarme en ella.

Mañana mas.

1 comentario:

  1. totalmente de acuerdo. 3 años currando con esta gente y me tienen hasta los huevos.

    Un abrazo niño!

    El drojas.

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